De nuevo, el impagable Jabalí me pone sobre aviso. Se trata del Verichip, un pequeño chip que se implanta bajo la piel y en el que se puede guardar y leer determinada información. Su aplicación más positiva, la médica, me provoca, pese a todo, cierto recelo ¿quién tendrá acceso a esa información? ¿qué uso se hará de ella? ¿la podrá piratear el hacker de turno?.
Ahora el Gran Hermano te puede controlar desde dentro de tí mismo.
Lo que causa verdadero pavor es el grado de estupidez que puede llegar a desarrollar el ser humano. Baja Beach Club es una discoteca catalana que ha implantado Verichip a sus VIP.
Hay que estar algo majara para dejarse meter una cosa de esas en el cuerpo simplemente para que te identifiquen al entrar o pagar en un club. El asunto se entiende algo más cuando uno ve la lista de los primeros personajes que se van a implantar el chip, pues son gente que vive precisamente de vender su intimidad, que, ésa es otra, maldito el interés que eso puede tener.
Me pregunto si el paparazzi de nueva generación se dedicará a ingeniarse formas de ciberespiar estos verichips de pseudofamosos. Imagino que pronto veremos en las teles y el papel cuché las horas de entrada y salida en locales y el número de copas que se tomó cada uno de estos personajillos.
Aunque, bien pensado, a esos famosillos lo mismo hasta les es útil. A ciertas horas de la madrugada, cuando ya no son capaces ni de articular su nombre en la puerta del local, ni decir lo que quieren beber y, mucho menos, de hacer una operación tan compleja como echar mano de la cartera para pagar, quizás el chisme éste les ayude.
Imagino que nadie se ha preguntado seriamente por las posibilidades maliciosas de estos aparatejos. Pánico me da lo que podría hacer con él un Gran Hermano de pura cepa.
Cada vez le ponemos más facilidades al Gran Hermano. Ahora hasta nos lo metemos dentro, para que le sea bien fácil controlarnos las 24 horas del día.
Me recuerda al método que, por mimetismo inverso al de la prevención del SIDA, recomendaría la jerarquía eclesiástica para evitar los accidentes de tráfico: no usar el coche. Que también es parecido al que propugna el experto en sistemas informáticos de la Universidad Católica (UCAM) para evitar las intromisiones en una red inalámbrica: tenerla apagada. Pues aquí lo mismo, pero al revés: si no quieres que te espíe el Gran Hermano implántatelo tú mismo.
2 comentarios:
Bueno, te parecerá increíble pero el director de esa discoteca es un tal Conrad Chase, que a su vez es participante de Gran Hermano...
Jabalí
La noticia de la discoteca salió hasta en Slashdot...
Hize una reseña en mi blog que data del 12 de mayo
(perdón por la autopublicidad)
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