lunes, diciembre 20, 2004

Perseguir a la Iglesia Católica

La Iglesia Católica se siente perseguida y azuza, con la boca chica, a sus gentes para que se movilicen, ya sea con la tradicional y clásica manifestación propia de las democracias (aunque con poco éxito) como con otras formas de activismo contra el gobierno.

Aún no se han enterado de que no es lo mismo la pérdida de privilegios ancestrales que la persecución. Persecución es lo que, siglos atrás (o no tan atrás), la Iglesia Católica le hacía a los que escribían casi cualquier libro (la cultura, ese invento del Demonio), los que descubrían cosas como que la Tierra era redonda o, simplemente, eran acusados, por las buenas, de brujería o cualquier otra sandez. Eso era persecución. Por no hablar simplemente de "los infieles", tema que nos dejaría sin dedos de tanto teclear, o de aspectos más actuales y vigentes, como el preservativo, la igualdad de sexos (dentro y fuera de la Iglesia), la homosexualidad... ¿En qué partes de la Biblia se da pie a esas persecuciones? (bueno, ese también es otro tema...).

No deseo mal a nadie, pero uno empieza a hartarse de tanta sandez. Puede que, si siguen así de pesaditos y apocalípticos, el que suscribe termine por desearles, algún día, que reciban en sus carnes lo mismo que ellos han venido haciendo hasta ahora, para que puedan hablar con justificación de "persecución". Se me ponen los pelos de punta sólo de pensarlo, así que preferiría no llegar a tan maligno pensamiento, indigno incluso de mí.

Obviamente, este gobierno que tenemos ahora en España no es muy de izquierdas ni es anticlerical, por eso se conforma simplemente con hacer un poco más igualitarios ciertos aspectos, lo que implica no renovar algunos de los privilegios que la Iglesia Católica disfrutaba hasta ahora. Pero no, este gobierno se cuidará, y mucho, de perseguir realmente a la Iglesia Católica; primero, porque sería injusto perseguir a CUALQUIER confesión, y segundo, porque aún es la mayoritaria en España.

Ahora, otra cosa, la mayoría tampoco implica privilegio. Es decir, sin hacer un estudio estadístico serio, podríamos decir que España es mayoritariamente del Real Madrid (pongamos por caso) y ello no quiere decir que el gobierno deba forzar el reglamento para que el Real Madrid juege con 13 jugadores en lugar de con 11. Pues algo parecido pasa con la Iglesia, el que la mayoría de españoles sea, por convicción o por inercia, católicos no quiere decir que el gobierno deba darles privilegios respecto al resto de confesiones. Demasiado que no les retiran más que una pequeña parte del privilegio, pues seguirán recibiendo buenos chorros de fondos del Estado.

Los derechos no son lo mismo que los privilegios. Que no tengan que verse atacados (de verdad) para descubrirlo.

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