Aún no está claro del todo el caso, pero parece que el ladrillo (más bien la avaricia) se cobra otra víctima.
Ya saben cuál es la filosofía: el fin (forrarse) justifica los medios. En este caso, y a falta de la investigación forense y policial pertinente, estamos, como mínimo, ante un caso de propiciación de muerte. Ya veremos.
Muere de un golpe de calor un albañil sin contrato tras ser dejado por el empresario tendido en un parque al sol
Sufrió un desvanecimiento en la obra y el patrón y su hijo lo trasladaron en una furgoneta hasta la plaza de la Iglesia
GUILLERMO HERMIDA/SAN PEDRO DEL PINATAR
El sol y el duro calor que azotan la Región durante los últimos días se cobraron el miércoles una nueva víctima, la segunda en la Región este verano y la cuarta en toda España. Manuel Punzano Sánchez, un trabajador de la construcción de 43 años, falleció en Urgencias del Hospital Los Arcos de San Javier «casi con toda probabilidad por un golpe de calor, que le produjo un fallo multiorgánico», explicaba ayer la directora médica del centro, María Dolores Egea.
Punzano ingresó «en estado muy grave» sobre las 18 horas, con una temperatura corporal de 42 grados. Pese a que se le practicó una reanimación y un escáner, los médicos sólo pudieron certificar su muerte a las 20 horas. Hasta ahí, la historia oficial. Pero la tragedia de Manuel arrancó mucho antes.
«Llevaba ocho meses de baja y en el paro», explica su hermano José; «era el segundo día que iba a trabajar. Se llevó los papeles para que le hicieran el seguro y el contrato». A Manuel le preparó su mujer, María Ángeles, una tartera con algo de comer y dos botes de «cerveza sin alcohol, pues está delicado del hígado y ya casi no bebe». Se despidió de su hija Susana y partió hacia el tajo.
Versiones contradictorias
A partir de entonces, las versiones son contradictorias. Lo único claro es que a media mañana, Manuel comenzó a sentirse mal. Según los médicos de Los Arcos, eran los primeros síntomas del golpe de calor: descordinación, confusión verbal, elevada fiebre. Según Francisco, el empresario para el que acababa de empezar a trabajar, «porque había estado bebiendo vino y estaba borracho».
Francisco y Manuel son paisanos. Ambos vienen del pequeño pueblo de Santo Tomé, en Jaén. Manuel llegó con sus seis hermanos y sus padres hace más de 20 años, y desde entonces ha trabajado como albañil. Según Consuelo, su hermano mayor, «era un buen obrero, sabía lo que hacía y no corría riesgos. No entendemos cómo ha podido pasar esto».
La siguiente vez que alguien ve a Manuel son ya más de las cinco de la tarde. Bajo un sol de justicia, en la plaza de la Iglesia de El Pilar de la Horadada, Angelita y Juanita soportan como pueden en su quiosco y en su caseta de la ONCE el calor. Es entonces cuando ven que una furgoneta se detiene y dos hombres, Francisco y su hijo, según su propia declaración, sacan de la parte de atrás a Manuel, dejándole sentado en uno de los bancos de la plaza, al sol. «Fue él mismo el que me dijo que le dejara en la plaza, porque allí tenía aparcada la moto», se excusa Francisco. «Lo llevamos sentado en la parte de atrás, pero no vomitó aunque estaba que no se tenía en pie», añade.
Angelita y Juanita llegan incluso a mover a Manuel y le colocan con la cabeza apoyada sobre su mochila. Angelita recuerda que «quemaba como una farola al sol».
Al poco y después de arrastrarse en busca de algo de sombra, la situación de Manuel alarma a un policía local, Jesús Navarrete, que es quien finalmente da el aviso a una ambulancia del Hospital de Los Arcos.
Según su hermano José, «Manuel tenía los pulmones encharcados porque se ahogó en su propio vómito al dejarle sentado. Estuvieron más de una hora con él dando vueltas en un furgón cerrado y sin aire, y eso fue lo que acabó por empeorar su situación». La familia del fallecido cree que Francisco, el empresario, tiene responsabilidad en la muerte. «Si lo hubiera llevado en un primer momento a un centro de salud o al hospital, en vez de dejarlo tirado como un saco de patatas, tal vez estaría vivo».
«No había bebido»
La familia Punzano afirma que un médico de Los Arcos negó que Manuel hubiera consumido alcohol, un extremo que desvelará de forma definitiva la autopsia que ayer se le realizó en el Instituto de Medicina Legal de Cartagena.
Las diligencias por la muerte de Manuel las lleva el Juzgado de Instrucción número 4 de San Javier, pero los Punzano tienen previsto hoy, tras recibir el informe forense, presentar una denuncia formal ante la Guardia Civil por lo ocurrido. «Queremos que se sepa la verdad, y creemos que el empresario tiene parte de responsabilidad», afirma Consuelo.
Ayer, Paula, la madre de Manuel, acompañaba a su féretro en el entierro en San Pedro del Pinatar. A partir de hoy, la justicia empezará su trabajo
ASÍ PASÓ TODO :
Jornada laboral: Manuel Punzano inicia su segundo día de trabajo en la empresa C.E.C.H. Se dirige a una obra en la urbanización Pinar de Campoverde.
Malestar: Manuel comienza a sufrir a media mañana lo que parecen ser los síntomas propios de un golpe de calor. Sufre hipertermia y aparece desorientado y confuso.
Traslado: Francisco, el gerente de la empresa, acompañado de su hijo, sube a Manuel a la parte de atrás de una furgoneta y trata de contactar con uno de sus hermanos, sin éxito. Era antes de las 15.30 horas.
Abandono: Después de lo que pueden ser dos horas, Francisco deja a Manuel en la plaza de la Iglesia de El Pilar de la Horadada y contacta por fin con Consuelo, uno de sus hermanos. Le dice que ha dejado a Manuel borracho. Son aproximadamente las 17.30 horas.
Emergencia: Un agente de la Policía Local se percata del grave estado de Manuel y avisa rápidamente a una ambulancia.
Asistencia: Manuel ingresa en el Hospital Los Arcos con 42 grados de fiebre y un fallo multiorgánico. Pese a los esfuerzos del equipo médico (le realizan una reanimación y un escáner), Manuel fallece en Urgencias a las 20 horas.
Deja mujer y una hija de doce años
El empresario afirma que Manuel «estaba borracho perdido»
La Policía tomó declaración a una mujer que vio cómo lo dejaban solo en un
banco
«Lo bajaron y lo dejaron al sol; él se arrastró a la sombra», afirma una
testigo
La familia emprenderá acciones legales para «aclarar lo ocurrido»