jueves, febrero 26, 2004

ETA es Goldstein


"A pesar de ser Goldstein el blanco de todos los odios y de que todos lo despreciaran, a pesar de que apenas pasaba día —y cada día ocurría esto mil veces— sin que sus teorías fueran refutadas, aplastadas, ridiculizadas, en la telepantalla, en las tribunas públicas, en los periódicos y en los libros... a pesar de todo ello, su influencia no parecía disminuir. Siempre había nuevos incautos dispuestos a dejarse engañar por él. No pasaba ni un solo día sin que espías y saboteadores que trabajaban siguiendo sus instrucciones fueran atrapados por la Policía del Pensamiento. "

Goldstein era, en 1984, el malo de la película. El ser en el que se proyectaban los odios, el culpable de todos los males. El Gran Hermano necesitaba la existencia de Goldstein para justificar ciertas represiones, para meter miedo a la población ("que viene el lobo"). El odio proyectado contra Goldstein servía para hacer piña en torno al Gran Hermano.

Ahora, en España, Goldstein es la ETA, ese enemigo atroz al que, sin embargo, se necesita para perpetuarse en el poder. El gobierno del PP no duda en usar a ETA para sacar rédito electoral. Hasta se permite el lujo de ser el único partido en no acudir a una manifestación contra ETA.

¿La manifestación es una muestra de apoyo a ERC o contra ETA y su manifiesto?
Escuchando a Piqué, y al PP en general, pareciera que ETA no tenga nada que ver con la manifestación.

Lo ponen fácil para sacar titulares del tipo: "Todos los partidos democráticos se manifiestan contra ETA". Eso es increible. El PP se niega a manifestarse contra ETA.
Cada se ve más claro que ETA y PP le hacen la pinza a cualquiera que se pueda acercar al poder (en este caso ZP). El PP necesita a ETA viva, aunque débil, para usarla como cebo electoral, y ETA, ahora débil, sabe que el PP procurará no darle la puntilla definitiva, con lo que prefiere que gobierne el PP a cualquier otro partido que pudiera decidir eliminarla del todo y para siempre.

Que ETA vota PP y PP mantiene viva a ETA es la única conclusión a la que se puede llegar visto lo pasado con la reunión del tontaina Rovira con ETA, el comunicado, EL PP AFIRMANDO QUE ETA DICE LA VERDAD, no rectificando lo anterior cuando, posteriormente, ETA se desmarca del presunto acuerdo con Rovira. ETA, de hecho, está haciéndole la campaña al PP, pues ¿quién sale ganando con el turbio asunto del comunicado?

Si era verdad, en palabras de ETA, que ETA dejaba de matar en Cataluña (me niego a usar la expresión 'tregua', pues es propia de guerras entre iguales) también era verdad, en palabras de ETA, que no hubo pacto con Rovira ¿no?

Aún estoy esperando que Aznar o Rajoy se disculpen ante los españoles por haber creído, y malinterpretado, el comunicado de ETA. Me temo que voy a tener que esperar un buen rato.


lunes, febrero 16, 2004

Doblepensar. Reescribir el pasado militar de Bush

Ahora resulta que el Sr. Bush, agobiado por las críticas que le atribuyen un escaqueo supremo durante su servicio militar, se ha empeñado en reescribirnos la memoria y hacernos comulgar con ruedas de molino. Ahora resulta que el tráfico de influencias durante su servicio militar para desaparecer de la zona caliente, en plena guerra del Vietnam, no existió y que, por contra, Bush fue un héroe de la guerra, que estuvo en primera linea de frente salvando compañeros, arrasando al enemigo (¿enemigo?), pero que su proverbial modestia le hizo tratar de pasar desapercibido y no hacer gala de tales dotes.

Tal vez mañana descubramos un documento secreto que diga que Bush fue un activista del pacifismo en la época del flower power y que estuvo detenido en varias ocasiones por su lucha (pasiva, a lo Gandhi) contra la guerra del Vietnam y todas las guerras del mundo.

Pues nada, a reescribir el pasado y comulgar con ruedas de molino.

jueves, febrero 12, 2004

El control de la Información. Doblepensar y democracia


Una de las diferencias fundamentales entre el mundo Orwelliano de 1984 y las democracias occidentales actuales se fundamenta en el control de la información. En 1984, en Oceanía, la información estaba controlada por el Ministerio de la Verdad, cuyos profesionales se encargaban de difundir la información oficial. También se ocupaban de reescribir parte de las informaciones de hemeroteca para que lo dicho en el pasado concordara con el presente. La técnica del doblepensar reescribía las mentes, las programaba para aceptar de modo acrítico la información oficial, aunque ésta contradijera el pasado inmediato.

En las sociedades democrácticas occidentales actuales existe una pugna entre los gobiernos y los profesionales de la información. Los gobiernos, con mayor o menor grado de intensidad, hacen esfuerzos por controlar la difusión de la información; presionan a los medios privados y tratan de controlar los públicos atando en corto, políticamente hablando, a sus mandos principales.

La objetividad, la neutralidad y la libertad de información pura no existe en ninguna democracia. Sin embargo, se puede hacer una aproximación a la medición del nivel de democracia de una sociedad observando el grado de control de la información ejercido sobre los medios.

Desde ese punto de vista, me pregunto si hay realmente una diferencia abismal entre esa sociedad de pesadilla orwelliana y la que tenemos. La BBC, máximo referente de independencia está en un mal momento. Una mala práctica informativa puntual, en relación a la guerra de Irak, ha supuesto una represalia judicial y gubernamental, que podría terminar en el fin de su independencia, aunque hay voces que proclaman que la cadena pública británica ha salido reforzada tras el conflicto.

En EEUU ha vuelto la censura previa y la represión más dura desde el maccarthismo. Medio país se escandaliza por ver medio segundo un pecho femenino. Emiten en falso directo las galas y ningún participante en ella se rebela, ni se queja, ni tan siqiuera alude a ello. Por el contrario, extreman su recato en el vestir y el hablar. Aceptan la censura de buen grado. Casi nadie se queja en ese país de la invasión y masacre de Irak (por no hablar del resto). Eso no es obsceno; un pecho sí.

En España el director de informativos de la cadena pública ha sido condenado por manipulación informativa y sigue en su puesto tranquilamente; y hasta se le conceden premios por su buen hacer informativo en asuntos como el Prestige. Se prohíben, de facto, los debates electorales, la comparecencia del presidente de gobierno para explicar lo de las armas de destrucción masiva 'virtuales'. Se utililiza la información de los servicios secretos en asuntos de terrorismo, no para luchar contra el terrorismo, sino contra la oposición para arañar votos. Se demoniza a todo aquel que matice el discurso oficial sobre el terrorismo y se hostigan los nacionalismos, para exacerbar su postura y sacar otros cuantos votos.

Aquí aún no se vaporiza a las personas ni se reescriben las hemerotecas y las mentes, pero se intenta; nos aproximamos a ello y la culpa es nuestra, por aceptarlo de buen grado.

miércoles, febrero 04, 2004

Doblepensar. El Ministerio de la Verdad ratifica que Aznar nunca habló de armas químicas

Tras oir por quinta vez al Ministro de la Verdad, Sr. Zaplana, afirmar que Aznar no dijo nunca que hubiera armas de destrucción masiva en Irak llegué a dudar de mi memoria. Juraría haber oído decenas de veces a Aznar llenarse la boca con las dichosas armas de destrucción masiva pero, ya que el Ministerio de la Verdad repite una y otra vez que no fue así, uno duda de su buena memoria y de su lucidez. Hasta me puse a pensar si no será verdad que nunca hubo mención a las armas de destrucción masiva como excusa para que el trío de las Azores invadiera Irak.

Afortunadamente hay hemerotecas y fonotecas donde se constata lo contrario. Menos mal, porque si, como ocurría en el mundo orwelliano de 1984, se llegan a modificar también las hemerotecas me hubiera creído que nunca dijo que Sadam tuviera armas de destrucción masiva. Lo que me pregunto es si el resto de la población española, a un mes vista de las elecciones, se ha preocupado de revisar esas hemerotecas y terminará creyendo a Zaplana.

Claro, y al final resultará que la culpa es de los servicios secretos por acatar las órdenes de sus respectivos gobiernos y maquillar o falsificar los informes para que dijeran lo de las armas, y de los periodistas que lo cuentan. Bueno, esto último no va por el Sr. Urdaci, claro.