En mi trabajo me acaban de quitar el teléfono de toda la vida e instalarme un sistema de telefonía IP.
Parece que la cosa tiene muchas ventajas, como saber quién te llama, servicio de contestador, reducción de costes para la empresa...
Pero claro, parece que también es muy fácil, para los administradores del sistema, es decir, el Gran Hermano local, controlar, escuchar y grabar directamente, sólo haciendo un par de clicks, todas las llamadas de los empleados.
Cuando llame a mi novia para decirle que llegaré más tarde a comer tendré que pensarme si le digo lo mucho que la quiero o no, pues no sabré cuánta gente más estará a la escucha.
Además, hace poco tuvieron que reubicar a varias chicas de centralita, pues ahora una máquina provista de sistema de reconocimiento de voz hace buena parte del trabajo de diálogo con el usuario. Me pregunto si cruzarán el sistema de telefonía IP con el de reconocimiento de voz y aplicarán, como tanto le gusta al Gran Hermano, un sistema de filtrado a ciertas palabras. Por ejemplo, no sería descabellado (técnicamente hablando) seleccionar y grabar mensajes en los que aparezca el nombre del jefe junto con algún insulto de una lista determinada.
Pues nada, otra vuelta de tuerca al control de la gente.
Lleva cuidado cuando me llames por teléfono con lo que dices, que nunca se sabe si en ese momento estarán escuchando tras la telepantalla.
2 comentarios:
Juan Carlos, te han puesto eso en el trabajo ahí arriba?
Venga ya, en serio?
Juju, a lo mejor subo un día a verlo...
Y eso desde cuando lo tienen? Qué ha costado? Y esa pantallica?
Lo flipo!
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