viernes, junio 11, 2004

Reescribir el pasado: bastan dos letras

"Y si todos los demás aceptaban la mentira que impuso el Partido, si todos los testimonios decían lo mismo, entonces la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad. «El que controla el pasado —decía el slogan del Partido—, controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado.»"
1984. Cap. III


A veces se me ponen los pelos de punta de pensar en el descaro que le echan algunos a esto de querer manipular a la gente con la técnica de reescribir el pasado.

Aún me resuenan en los oídos las soflamas contra los pancarteros de Irak, los ladradores de rencor, etc. y otros pretendidos insultos ('compañeros de viaje de comunistas') o insultos propiamente dichos (compañeros de viaje de Sadam)

Ahora resulta, según Rajoy, que Zapatero "dijo en numerosas ocasiones que no retiraría las tropas hasta el 30 de junio, salvo que no hubiera una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
Hay que ver, con el follón que nos dio ZP con que se traería las tropas y ahora resulta que no, que no dijo que se traería las tropas. Claro, basta con insertar un simple 'no' en mitad de la frase y ya está, el pasado reescrito y Zapatero mentiroso. Yo juraría que hasta Ánsar sabía que la promesa de Zapatero era 'retirar las tropas' en lugar de 'no retirar las tropas'.

De todas maneras, ¿para qué tanto follón?, si el propio Rajoy considera que tanto la guerra de Irak como el Prestige son asuntos llamativos pero sin incidencia en la vida de la gente, vamos, unos hilillos de plastilina mental de nada.

Menuda faena nos espera, tener que controlar al nuevo gobierno para que no nos las cuele como todo el que controla los medios de comunicación públicos, por un lado, y procurar que no nos la sigan intentando colar desde la oposición PPística, y sus medios afines, aún convencidos de que no perdieron las elecciones y que les han robado algo.

Nada, que nos toman por gilipollas y piensan que dos meses después no nos acordamos de todo lo que nos han dicho. Digamos, por ejemplo, que pasen dos años y nos la quieran colar; ya sabes, Goebbels y tal. Pero demonio, que no han pasado aún dos meses siquiera...

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