viernes, julio 23, 2004

Pues yo, dos

 
Si entre todos podemos pagarle a Aznar la medalla del congreso de EEUU digo yo que también podré tener la mía. Y ya puestos, pues yo quiero dos.

Tal vez no sean tan reputadas ni tan caras (dos millones de dólares más o menos nos va a costar) pero mira, al peso gano yo. Dos medallas mejor que una.


Para dejar buen sabor de boca
Calidad ante todo



Imagino que eso debería englobarse en el apartado de acciones tendentes a lograr un efecto de doblepensar: me compro una medalla con el dinero de la peña y, encima, les hago creer que soy un magnífico estadista. Doblepensar de pago sería eso. El de la seguridad social va a ser de menos calidad, imagino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, una vez con la aficción del poder y en ese "círculo fatal" y alucinado por el verse ahí arriba, debe ser difícil no aprovechar para """estar lo más arriba""", hacerse la foto y que le condecore si es posible hasta el rey de Ganímedes.

Aunque a lo mejor, una vez llegado a Ganímedes, al pobre ansar le ha desmotivado que sólo se fijen en él por lo guapo y buen jefe que es:
http://www.arearh.com/psicologia/ganimedes.htm

----
ivn.blogia.com

Juan Carlos García Gómez dijo...

Otra posible explicación de esa altivez sería, mediante una referencia no tan interesante como la que aportas del complejo de Ganímedes, una vieja canción de un grupo-parodia hortera de los 80, Los Inhumanos, que tenían una canción titulada "me duele la cara de ser tan guapo". O tal vez no, porque cuando se tiene la cara tan dura es difícil que le duela a uno.