sábado, noviembre 06, 2004

La muerte de Couso no fue un accidente... fue asesinato

Ahora reconoce el Pentágono que la muerte de Couso no fue accidental ni por negligencia. Vamos, quieren desentenderse del asunto, pero más parecen reconocer implícitamente que el que disparó sabía lo que hacía y contra quién disparaba.

En las guerras, sobre todo desde el Vietnam, no son bien recibidos los periodistas. En Vietnam, que fue una guerra con peculiaridades, pero una guerra como tantas, la prensa pudo contar con detalle lo que pasaba. La consecuencia es que en EEUU la gente se echó a la calle, y no para aclamar al gobierno y su ejército, sino contra ellos.

Desde entonces lo tienen claro, tanto EEUU como el resto de países, más o menos democráticos: nada de prensa, especialmente cuando se cometen tropelías, o se está a punto de comerlas. Si acaso prensa controlada ("empotrada" la llaman ellos) que cuenten sólo lo que a nosotros nos de la gana, con censura explícita y todo el tema.

Por eso, cuando entraron los tanques en Bagdag el ejército de EEUU no tenía muy claro qué podía pasar a continuación, pues la guerra no estaba saliendo como esperaban. Eran muy serias las probabilidades de un recibimiento hostil, y está claro como reacciona el ejército más poderoso y prepotente del mundo ante un recibimiento hostil: dispara por si acaso, y ya veremos si preguntamos, o ni eso. Y claro, no mola que te vean meterle un zambombazo a un crío de 10 años, que bien podría ser un "terrorista", o no, qué más da. Mejor liquidarlo por si acaso.

Así que la idea era clara: les metemos un buen viaje a los periodistas y que salgan pitando. Así mañana, cuando esto se convierta en una carnicería no saldrán nuestros caretos en los telediarios de medio mundo. Para que la cosa no sea tan grave, le metemos un buen viaje a los de Al Yazira, que, al fin y al cabo, son moros.

"Jefe, una pregunta, ¿en qué planta están los moros de Al Yazira?".
"En la catorce, junto a la esquina".
"Ok, makey, apunto y dos moros menos".

Lo que pasa es que el disparo se les desvió un pelín y se llevaron por delante también a Couso y el periodista de Reuters. Qué se le va a hacer, daños colaterales. Manda huevos.

El Gran Hermano no está contra la información. No, lo que no puede es consentir la información libre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y todo eso lo has pensado tu solito de un tirón? Se te han herniado las neuronas, seguro. ¡Qué lucidez y qué profundidad en el análisis! Son los simplificadores como tú los que hacen un poco peor la mierda cotidiana de los medios.

chavalina dijo...

En lo simple está la esencia, señor anónimo.

Qué razón tienes Juan Carlos, me gustaría haber visto también la información que generó la reciente guerra de Irak y los ataques a Afganistán a ojos americanos, si es que hubo alguna, para ver si así entiendo ese patriotismo que, para mi gusto, raya la locura.

A mi me avergonzaría pertenecer a una nación que hiciera ese tipo de cosas!

chosovi dijo...

Creo que está claro, ya no hay corresponsales de guerra, largaron a los periodistas, a las ONG's, amenazaron a los voluntarios que fueron de "escudos humanos" a irak. Y claro, no debemos olvidar ese fallo terrible en la seguridad en aquel atentado contra la ONU. Fuera la ONU. Sin testigos pueden inventarse lo que quieran... . Así de sencillo. ¿Se puede entender de otra forma?

Juan Carlos García Gómez dijo...

Qué curioso, que pese a tanta libertad que tenemos, y más que nos va a dar el sr. Bush, la gente que gusta de rajar también gusta de hacerlo sin firmar, vamos, como si temiera algo.

Y sí, sr. anónimo, lo he pensado yo solito, aunque no soy el único que lo piensa. Es lo que tiene el tener la información justa, que todo se simplifica. Si ves lo que ha pasado en otras guerras, lo que pasó en el Vietnam y, además, puedes ver casi en directo como el dichoso tanque se planta, tranquilamente apunta, se tira diez minutos sin hacer nada, modifica ligeramente el ángulo de tiro y dispara de frente a la cámara que lo está grabando...

Y si no, sr. anónimo, ilústrenos vd. con su sapiencia plagada de muchos más datos de los que uno, modesto bitacorero aficionado, dispone. Porque, tras descartar por parte de EEUU negligencia, error, o el más mínimo fallo (que hubiera sido la menos mala de sus posibles salidas de compromiso) sólo falta que digan que no hubo disparo alguno y que fue suicidio, a ver si cuela la reescritura del pasado y la gente olvida que fue un tanque, que apuntó con calma y saña, que el Hotel Palestine tiene unos carteles en letras gordas que no se los salta un galgo y que había una cámara grabándolo.

Porque, sr. anónimo, no querrá contarnos el cuento de que los periodistas les estaban disparando a los soldados (acorazados en su tanque, por cierto). Claro que les estaban disparando, con el objetivo de sus cámaras, pero eso no afecta a la salud física, aunque sí afecta a otras muchas cosas si sales en medio mundo cepillándote a todo bicho viviente que se te cruce.

Ilústrenos, por favor, sr. anónimo. Uno sólo quiere aprender y salir de la ignorancia. Pediré las excusas que haga falta cuando sus datos y análisis me hagan caer del burro.

Expláyese.