Los telediarios de Urdaci y sus entrevistas a Aznar eran un inocente y ejemplar ejercicio de objetividad periodística... Bueno, al menos eso es lo que parecen cuando uno se topa con el método norteamericano.
Conseguir una acreditación para las ruedas de prensa de la Casa Blanca es más complicado que encontrar entrada de palco para un concierto de U2. Que encima te dejen preguntar ya es casi un sueño. Y sólo unos pocos privilegiados tienen la oportunidad de preguntar al presidente. Y hacer preguntas comprometidas no es precisamente una costumbre muy extendida entre ese selecto grupo de periodistas, pues la acreditación, igual que te la dan te la quitan.
Aunque, claro, no es ése el caso del supuesto periodista Jeff Gannon, acreditado por la prestigiosa publicación Talons News Service. Gannon hacía preguntas extrañas, por no decir surrealistas, y todas en la línea "Usted ha dicho que va a tenderles la mano [a los del partido demócrata] ¿Cómo va a colaborar con una gente que parece haber perdido el sentido de la realidad?". Vamos, atacando duro a Bush.
Claro, luego resultó que el tal Gannon era tan periodista como lo era el personaje que interpretaba Hugh Grant en Nothing Hill, quien se colaba en la rueda de prensa de su amada superestrella del cine, encarnada por Julia Roberts, haciéndose pasar por periodista de la primera revista que encontró en una mesa, una de hípica. La diferencia es que aquello era una película, y algo moña, y esto es la realidad.
Resulta que Gannon no era más que un infiltrado del propio partido republicano para desviar el tema cuando se presentaban apuros a Bush o al interlocutor de turno.
Y todavía tienen narices a decir en la Casa Blanca que no saben cómo se les coló allí ese hombre, pues siguió los mismos controles que el resto. No dudo que siguió los controles, pero fueron los controladores los que le acreditaron precisamente por ser quien era.
Y para terminar la conferencia de prensa, Bush, hablando sobre este tema, soltó la guinda: "Tiene que haber independencia".
Manda huevos, que diría Trillo.
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