lunes, febrero 07, 2005

Fidel no iba a ser menos

Leo, vía Escolar.net, una interesante historia sobre periodistas infiltrados en una red de tráfico de drogas, supuestamente amparada por el gobierno de Fidel Castro. Además del tema del tráfico de drogas o la corrupción hay guiños orwellianos (vaporizaciones, torturas, cámaras de control, delatores del partido...) nada desdeñables:

Al poco de salir de la isla llevándonos con nosotros grabaciones que cuestionaban la financiación de La Revolución, el gobierno de Castro (nunca de manera oficial, naturalmente) nos iba haciendo llegar la lista de los caídos. Primero fue nuestro conductor, un policía jubilado a quien todos llamaban “El Latas”, luego Dun-Dun, un trompetista bravucón y más tarde Onliyú, una mulata que conocí en la cola de una heladería de La Habana. Pensaban que éramos turistas de paseo por Cuba. Su relación con nosotros fue casi de amigos. Eran ajenos al mundo del narcotráfico.

[...] Después, llegó la “tortura blanca”, que consiste en encender en la celda del detenido unos poderosos focos de luz cada vez que el preso intenta dormirse. El insomnio (unido a la luz cegadora, al calor, a la sed y al miedo) es un gran medio de tormento y no deja ninguna huella visible, pero duele y mucho.

[...] “El Latas”, en uno de nuestros paseos, me desveló uno de los secretos mejor guardados de La Habana: “¿Ves aquella bolita negra que está colgada de aquella esquina?–señalaba una esfera de unos treinta centímetros de diámetro suspendida de la fachada de un edificio de la plaza de la Catedral, a unos cinco metros del suelo -Eso que está ahí es una cámara de circuito cerrado”. La Habana está sembrada de ellas. Las vi camufladas en las fachadas, junto a las farolas, en las esquinas, en el interior de restaurantes para turistas y en las puertas de los hoteles. Y por si todos estos medios fallasen, el gobierno cuenta, además, con civiles que trabajan como informadores para el Comité de Defensa de la Revolución (CDR).

[...] Esa paranoia por la seguridad del Comandante está presente en toda la isla: en los aeropuertos, en las estaciones, en los hoteles, en la calle...

El libro lo firman Santiago Botello y Mauricio Angulo y se titula “Conexión Habana:Una peligrosa infiltración en las mafias cubanas”. El primer capítulo está en la web de la Casa del Libro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si quieres saber un poco mas de este tema, han montado un Blog basado en el libro.

Y no tiene desperdicio:

www.conexion-habana.com