lunes, octubre 25, 2004

También en las Bibliotecas

"Cualquier sonido que hiciera Winston superior a un susurro, era captado por el
aparato. Además, mientras permaneciera dentro del radio de visión de la placa de
metal, podía ser visto a la vez que oído. Por supuesto, no había manera de saber
si le contemplaban a uno en un momento dado. Lo único posible era figurarse la
frecuencia y el plan que empleaba la Policía del Pensamiento para controlar un
hilo privado. Incluso se concebía que los vigilaran a todos a la vez. Pero,
desde luego, podían intervenir su línea de usted cada vez que se les antojara.
Tenía usted que vivir —y en esto el hábito se convertía en un instinto— con la
seguridad de que cualquier sonido emitido por usted sería registrado y escuchado
por alguien y que, excepto en la oscuridad, todos sus movimientos serían
observados."
1984. Cap. I.


Desde que las webcams están asequibles y bien baratas en cualquier gran almacén está muy de moda instalar cámaras de vigilancia para vigilar lo que se tercie. Ya comentamos anteriormente dicha idea respecto a las salas de ordenadores de la Universidad de Murcia.

Hoy, a través de Véase Además, añadimos a la lista otro caso, esta vez sobre cámaras de vigilancia en bibliotecas. Se trata de la Biblioteca de la Vanderbilt University, donde tienen previsto instalar cámaras de vigilancia con la excusa de que se supone que algunos alumnos afirman no sentirse seguros en algunas de las áreas de la citada biblioteca.

Está visto que cualquier excusa es buena para vigilar al prójimo. Imagino que la incomodidad del resto de usuarios será menos importante que la de esos supuestos alumnos asustados por las bibliotecas.

¿No serán los libros los que les asustan?.

Hablando de libros. Esta semana he podido ver la campaña del Ministerio de Educación y Ciencia "Si tú lees él lee" reza el lema (en referencia a la relación padres/hijos). Hasta la programación de Televisión Española tiene buena pinta (debates, coloquios, documentales en prime time, magazines, programas culturales, libros...) ¿Estamos locos o qué?. Que siga la locura...





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