martes, octubre 05, 2004

Yo también quiero comparecer

Finalmente también comparecerá Zapatero en la comisión del 11-M. El PP se obcecó con que tenía que comparecer Zapatero y jugó a que sí y a que no con la comparecencia de Aznar.

Aznar era presidente de gobierno. Aznar era la persona del mundo que mejor informada debía estar sobre ese tema. Aznar era quien tomaba las decisiones al respecto, y al máximo nivel. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que quién más motivos tiene para declarar sóbre qué pasó esos días es quien más sabe, y que ése es Aznar.

Sin embargo, el PP se encabezonó con que comparezca Zapatero, tal vez con la esperanza de que en el subconsciente de algunos quede la idea de que Zapatero presidente lo era también por entonces y, así, colgarle el muerto (valga la expresión). Vamos, un ejercicio de doblepensar, a ver si cuela.

Sin embargo, ahora que Zapatero dice que irá, le dicen de todo menos bonito. A ver si se aclaran.

Lo que no entiendo es qué demonios pinta ahí Zapatero. Era el jefe de la oposición y, como no sea para la pantomima de preguntarle si él mandó los miles de mensajes que corrieron como la espuma el día 13, no sé para qué. Porque hay que ser poco listo para pensar que se puede movilizar a la fuerza a la gente que se movió el día 13 mandando miles de mensajes desde un aparato político.

Ya estoy viendo la efectividad del sistema: va el PP y me dice en un SMS: "Nos vemos en Ferraz para pedir la dimisión de Bambi porque mató a Manolete, ese gran torero. Pásalo."
Y voy yo y me planto en Ferraz ¿no?

Venga ya...

Aquel día estuve a punto de plantarme en la delegación del PP de mi ciudad. Mandé a mis amigos mensajes en los que aparecían expresiones como "robar la democracia", "golpe de estado virtual pepero", "más morro que espalda", "no pueden hacernos ésto a estas alturas de democracia" o cosas parecidas.

Lo mismo hasta cometí un delito con ello. Creo que no. Pero me parece que el intento de tapar lo que estaba pasando unas horas antes de las elecciones generales, con la intención de ganar de calle y que ya después del lunes se supiera lo que tuviera que saberse, era una cuestión con gravedad de nivel de golpe de estado, y lo de la cacerolada en Génova algo de la gravedad de aparcar mal un coche o saltarse un semáforo. Ambos son delitos, sí, pero, aún estando mal, no me importa aparcar mal mi coche si con ello consigo impedir algo de la importancia de un golpe de estado. No sé si me explico.

Por lo tanto, yo también quiero comparecer para explicar lo que haga falta.


1 comentario:

Unknown dijo...

No, si al final tendremos que comparecer todos, para explicarles a los del PP por qué perdieron las elecciones. Que parece que el único que se ha dado cuenta es Gallardón, pero como no le escuchan...

Además, a ver qué pinta Zapatero en esa comisión. ¿Qué dirá? ¿Que el ganó gracias a los atentados? ¿Que lo de Génova lo montó él solo a base de mensajitos con el móvil? Pues acabaría con los dedos hechos polvo, por no hablar del saldo del móvil... Como tú dices: venga ya...