De la existencia de Sara nos hemos enterado hoy. Nos la ha presentado el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. Lleva nombre de mujer por tradición ("Le hemos dado nombre de mujer porque ellas son más trabajadoras, más constantes, más silenciosas y no se quejan", declaró una vez el comisario Mauricio Pastor, jefe de las instalaciones donde se alojaba Clara) y porque Sara son también las siglas de Sistema de Aplicaciones y Redes para las Administraciones. No es un simple superordenador, es un cerebro electrónico cuya especialidad parece que es precisamente cruzar datos de muchos superordenadores; un ingenio capaz, según Sevilla, de conectar en red a todas las administraciones que lo deseen, "con independencia del partido político que las gobierne".
Arsenio Escolar (La que faltaba, señor Orwell). En Paren las Máquinas
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