Hoy todos los periódicos hablan del cuarto aniversario del 11-S. Sin embarlo al hablar de "el" 11-S parece olvidarse que también hubo otro 11-S, que no se debería olvidar y en el que el gobierno de los EEUU también tuvo mucho que ver, aunque en ese caso no como víctima (bueno, ellos nunca son víctimas, en todo caso su pueblo) sino como verdugos (o aliados de los verdugos, vamos).
Nos referimos, como el lector avezado habrá supuesto, al que ocurrió en Chile, en 1973, y que significó las últimas horas de Salvador Allende, así como el paso de la democracia a la triste y oscura dictadura de Pinochet.
Lo cuenta Ricardo Royo-Villanova, de A sueldo de Moscú en El 11-S de la dignidad (Parte I, Parte II)
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