lunes, diciembre 15, 2003

Un tirano menos. Quién hará ahora de Goldstein para los Dos Minutos de Odio diarios?


"We got him". Cayó Sadam. Ahora sí, no cuando Bush se empeñó en darlo por caído, primero tumbando una estatua y después decretando unilateralmente el final de la guerra.

El tirano genocida que vimos en las televisiones de todo el mundo, aparecía ahora tremendamente desaliñado, descuidado; más parecía un pordiosero que el líder de los grupos 'terroristas' que han venido matando soldados americanos y de otros países, incluidos los soldados y espías españoles. No da la sensación de que ese tipo pudiera dedicarle demasiados recursos a dirigir esa campaña de muertes.

Las próximas semanas podremos comprobar el papel real que desempeñaba Sadam en esas muertes. Si, tal como nos intentan hacer creer los gobiernos ocupantes, Sadam en la sombra aún sometía a su pueblo, su ejército y su horda de terroristas, obligándolos a atacar a los 'soldados aliados', ahora deberían desaparecer todos los atentados y hostilidades contra los invasores, pues ya no le deben obediencia ni temor al tirano. Desgraciadamente, eso no parece ser así. Esas muertes tienen más pinta de 'resistencia' frente al tirano invasor que 'terrorismo' ordenado por el tirano saliente.

El papel que ha venido jugando Sadam desde la caída de su estatua hasta ahora ha sido más simbólico que otra cosa, y no tanto para los iraquíes, como para los norteamericanos y asimilados.
Sadam era el Goldstein, el malvado sobre el que descargar el odio cada día, en los Dos Minutos de Odio de cada telediario de Urdaci y similares.

Ahora me pregunto sobre quién hará el Gran Hermano descargar el necesario odio diario con el que desviar la atención de las tensiones internas, las de EEUU y las de España.

Por supuesto, el Gran Hermano vigila a aquellos que no jaleen y aplaudan, como hacían, literalmente, los periodistas americanos el anuncio de Paul Bremer: "we got him". Quienes pongan pegas a la captura de Sadam, o así lo parezca, recibirán toda la atención y represalias del Gran Hermano.

Ahora hay que juzgar al tirano. Pero ¿quién? ¿quién declarará en su contra?. Salvo la población civil víctima de sus matanzas, que no es poco, ¿existe alguien que pueda declarar contra él sin delatar sus propias tropelías, negocios comunes, apoyos o vista gorda del pasado?

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